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Cómo Realizar un Examen Neurológico a un Animal de Compañía

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El examen neurológico de los animales de compañía tiene tres objetivos. El primero es determinar si el problema del paciente es o no de origen neurológico. Si la respuesta es afirmativa, el segundo es determinar con exactitud dónde existe el problema dentro del sistema nervioso. Y, por último, el tercer objetivo de un examen neurológico es comprender la gravedad de los síntomas. Empecemos por el principio.

Para realizar un examen neurológico preliminar, necesitará:

El examen neurológico de su paciente se divide en las siguientes seis secciones de evaluación. Haga clic en cada paso para obtener una explicación detallada.

El estado mental de un paciente se evalúa mediante la observación en la sala de exploración, además del historial proporcionado por los padres de la mascota. Una mascota normal estará alerta y responderá al entorno y a las personas de la sala, mientras que una mascota neurológica puede estar desde embotada hasta comatosa. La gravedad de la mentación también nos ayudará a comprender dónde se localiza la lesión. Por ejemplo, las lesiones del tronco encefálico provocan cambios mentales más graves.

Al evaluar la marcha y la postura, primero hay que determinar si el paciente es ambulatorio (puede andar) o no ambulatorio (no puede andar). A continuación, determine qué extremidades están afectadas y en qué grado (ataxia frente a paresia frente a plejía). Y, por último, busque cualquier anomalía postural (inclinación o giro de la cabeza).

Existen tres tipos de ataxia (incoordinación). Un paciente que es incapaz de caminar en línea recta o que camina de forma entrecruzada indicaría ataxia propioceptiva. Un paciente con problemas de equilibrio, que parece "borracho" o que se cae hacia un lado, tendría ataxia vestibular. Por el contrario, la ataxia cerebelosa se presentaría con movimientos exagerados o temblores.

La paresia (reducción de la función motora) y la plejía (parálisis) pueden producirse en una extremidad (mono), en ambas piernas traseras (para) o en las 4 extremidades (tetra). Si se determina que un paciente es pletórico, es fundamental para el pronóstico comprobar la sensibilidad en las extremidades afectadas pellizcando los dedos de los pies con pinzas hemostáticas.

Los nervios craneales son responsables del olfato; la visión y el movimiento ocular; los movimientos faciales; la audición y el equilibrio; y la masticación, la deglución, el ladrido y el movimiento de la lengua. La evaluación de las respuestas de algunos de estos nervios ayuda a localizar el daño.

  • Respuesta de amenaza (nervios craneales II, VII)
    Cubrir uno de los ojos del paciente con una mano mientras se lleva la otra mano hacia el otro ojo del paciente debe hacer que la mascota parpadee.
  • Reflejo pupilar a la luz (nervios craneales II, III)
    Si se dirige una luz brillante a uno de los ojos del paciente, la pupila se contraerá (reflejo pupilar directo) y, en consecuencia, la otra pupila se contraerá (reflejo pupilar consensual).
  • Sensación nasal (nervio craneal V)
    Tocar la mucosa nasal justo dentro de la nariz debe provocar que el paciente se aleje.
  • Músculo de la masticación (nervio craneal V)
    Observe la cabeza y la cara del paciente para comprobar la simetría muscular. Para nuestros amigos más esponjosos, toque la cabeza y la cara para sentir la simetría.
  • Reflejo palpebral (nervios craneales V, VII)
    Tocar el canto medial y lateral (esquinas internas y externas) de los ojos del paciente debería hacer que la mascota los cerrara.
  • Nistagmo fisiológico (nervios craneales III, IV, VI)
    Al mover la cabeza del paciente de izquierda a derecha y de arriba abajo, los ojos de la mascota deben seguir la misma dirección y detenerse una vez alcanzada la posición final, sin movimientos oculares adicionales.
  • Nistagmo espontáneo y posicional (nervio craneal VIII)
    Observe si el paciente presenta patrones de movimiento ocular anormales en reposo y también cuando la cabeza se coloca de una determinada manera. Si está presente, anote también la dirección de la fase rápida (la dirección en la que se mueven los ojos antes de volver).
  • Estrabismo en reposo y posicional (nervios craneales III, IV, VI, VIII)
    Observe si el paciente presenta una alineación asimétrica de los ojos en reposo y también cuando la cabeza se coloca en una posición determinada. Si está presente, anote la dirección hacia la que apunta el ojo desalineado.
  • Tono mandibular (nervio craneal V)
    Abra la boca del paciente para observar el tono mandibular.
  • Reflejo nauseoso (nervios craneales IX, X)
    Con una mascota dócil, abra la boca del paciente e introduzca un dedo hacia la parte posterior de la laringe. Con una mascota menos cooperativa, presione suavemente alrededor de la laringe externamente para iniciar una deglución.
  • Fuerza/simetría de la lengua (nervio craneal XII)
    Haga que el paciente se lama la nariz con comida para evaluar la fuerza de la lengua. Abra la boca del paciente para observar la simetría de la lengua.

Comprobar si el paciente comprende o no dónde están sus extremidades en el espacio y si puede o no mantener una posición erguida normal es importante para descubrir déficits posturales sutiles que pueden no ser perceptibles durante el análisis de la marcha y la postura.

  • Colocación de la pata de pie
    Apoye el peso del cuerpo del paciente y pase los nudillos sobre cada pata, observando si la mascota puede o no colocarla adecuadamente.
  • Salto
    Retire las tres patas y observe si el paciente puede o no saltar sobre una pata lateralmente.
  • Hemiwalking
    Quitar las dos extremidades del mismo lado, empujando al paciente hacia el otro lado, y observar si la mascota puede saltar lateralmente sobre las otras dos extremidades.
  • Desplazamiento sobre ruedas
    Retirar ambos miembros posteriores, empujando al paciente hacia delante, y observar si la mascota puede o no caminar sobre los dos miembros anteriores.
  • Empuje postural extensor
    Levantar al paciente y volver a colocarlo sobre las extremidades posteriores, observando si las patas traseras se desplazan hacia atrás por debajo de la mascota.

Los reflejos más fiables para lograr la localización de la lesión son el reflejo de retracción de los flexores y el reflejo rotuliano.

  • Reflejo de retracción de los miembros torácicos y pélvicos
    Al pellizcar la cintilla entre los dedos de los pies, el paciente debe flexionar y llevar esa extremidad completamente hacia atrás. Obsérvese también si el miembro opuesto compensa o no la pérdida de apoyo (extensor cruzado).
  • Reflejo rotuliano
    Sujetar una extremidad pélvica con la rodilla ligeramente flexionada y golpear el tendón rotuliano con un martillo de reflejos debe hacer que el paciente extienda la rodilla.
  • Tronco cutáneo
    Pellizcar a lo largo de las alas del ilion sobre las caderas debe provocar que la piel del paciente se retuerza a lo largo de ambos lados.
  • Reflejo perineal
    Si se pasa suavemente una pinza hemostática alrededor del ano, el esfínter del paciente se contraerá.

Palpe la columna vertebral en busca de dolor o molestias y, a continuación, compruebe la amplitud de movimiento de la cabeza y el cuello. Y recuerde, si el paciente es plegético, es fundamental para el pronóstico que se evalúe la sensación de dolor (nocicepción) en las extremidades afectadas pellizcando los dedos de los pies con pinzas hemostáticas.

Remitir a un paciente

Es importante tener en cuenta que muchas afecciones neurológicas pueden compartir los mismos síntomas. En neurología veterinaria, los signos clínicos son más una indicación de dónde se localiza el problema que la afección en sí. Por lo tanto, se recomienda una derivación a un neurólogo veterinario para establecer una lista de posibles diferenciales, un plan de diagnóstico y opciones de tratamiento.

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