Koda
Meningitis Bacteriana
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Historia
Koda, una hembra Goldendoodle intacta de 4 semanas de edad, se presentó en Southeast Veterinary Neurology (SEVN) en marzo de 2021 por incapacidad para caminar.
Koda había sido comprada a un criador el día anterior. De repente desarrolló una inclinación de la cabeza hacia la izquierda y fue llevada a un centro de urgencias donde fue hospitalizada.
Sin embargo, empeoró durante la noche y empezó a ser incapaz de andar. Koda fue remitida al SEVN a la mañana siguiente.
Examen
Al examinarla, Koda estaba tranquila, pero reaccionaba. No caminaba (no podía andar), pero si se le apoyaba, mostraba una ataxia de tipo vestibular (incoordinación), cayendo hacia la izquierda.
En la evaluación de los nervios craneales se observó la inclinación de la cabeza hacia la izquierda. En el ojo izquierdo, se observó nistagmo vertical con la fase rápida hacia abajo (movimiento anormal del ojo, lanzándose hacia abajo) y estrabismo ventral (posición anormal del ojo hacia abajo). En el ojo derecho, se observó nistagmo rotatorio con la fase rápida hacia la derecha (movimiento anormal del ojo, lanzándose hacia la derecha).
El resto de la exploración de Koda era normal, incluida la propiocepción general (conciencia de la posición de las extremidades) y los reflejos espinales segmentarios, sin dolor aparente en la columna vertebral (espinal). Su exploración física tampoco presentaba observaciones.
Basándose en su exploración, la localización neuroanatómica de Koda (en qué parte del sistema nervioso se localiza el problema) era el sistema vestibular central izquierdo (equilibrio). Los posibles diagnósticos incluían causas congénitas (presentes desde el nacimiento), traumáticas, infecciosas, inflamatorias y, menos probablemente, degenerativas o tóxicas.
Laboratorios y diagnóstico por imagen
Antes de acudir al SEVN, las radiografías eran normales, pero el hemograma y la bioquímica mostraban una marcada leucocitosis (aumento de glóbulos blancos) y neutrofilia (recuento elevado del tipo más común de glóbulos blancos) con sospecha de neutrófilos en banda (forma inmadura de los neutrófilos).
Para evaluar su cerebro, el SEVN le realizó una resonancia magnética. La resonancia mostró un realce con contraste de las meninges (membranas que protegen el cerebro y la médula espinal), lo que sugería inflamación o infección. Inmediatamente después de la resonancia, se recogió líquido cefalorraquídeo (LCR), que mostró una marcada pleocitosis séptica supurativa con cocobacilos fagocitados. En otras palabras, Koda tenía meningitis debida a una infección bacteriana.
Resonancia magnética del cerebro:
La flecha señala el contorno blanco del cerebro que indica inflamación de las meninges
Análisis del líquido cefalorraquídeo:
Aumento del número de células inflamatorias (áreas moradas más largas) con presencia de bacterias (pequeños puntos morados en el centro).
Tratamiento médico
La meningitis bacteriana es una afección poco frecuente, extremadamente grave y potencialmente mortal; y Koda estaba gravemente afectado.
Fue hospitalizada en el SEVN y recibió tratamiento antibiótico intravenoso y cuidados de apoyo. Al principio, la mejoría fue mínima, y nos preocupaba bastante saber si esta niña saldría adelante o no. Sin embargo, en los días siguientes mejoró considerablemente. Su recuento de glóbulos blancos empezó a disminuir, su actividad mental mejoró significativamente, su nistagmo y estrabismo mejoraron, empezó a comer y beber y, aunque tambaleante, empezó a andar de nuevo.
Se le administraron antibióticos por vía oral y fue dada de alta para que sus dueños la cuidaran, sabiendo que su recuperación total podría llevar tiempo y que algunos perros conservarían cierto grado de déficit neurológico.
Tras un largo tratamiento con antibióticos orales en casa, Koda siguió mejorando y se suspendió la medicación. En julio, Koda se presentó a SEVN para su última revisión y tuvo un examen neurológico normal (salvo una sutil inclinación de la cabeza) y análisis de sangre normales. Era una perra feliz, enérgica y sana, y se informó de que estaba muy bien en casa. La recuperación de Koda ha sido espectacular.
Para llevar
La meningitis es una inflamación de las membranas que recubren y protegen el cerebro y la médula espinal. La inflamación en los perros suele ser inmunomediada, pero a veces puede ser infecciosa. Aunque no es tan frecuente en los perros, las infecciones pueden llegar al sistema nervioso central a través de los senos paranasales, el oído interno, las vértebras, el torrente sanguíneo o incluso lesiones traumáticas.
Las pruebas más importantes para diagnosticar la meningitis y sugerir una causa subyacente son la resonancia magnética y el análisis del LCR. Esto es importante porque el tratamiento adecuado y el pronóstico dependen de la causa subyacente. Sin embargo, el pronóstico suele ser reservado porque las recaídas y la muerte son frecuentes, incluso con el tratamiento adecuado.
Los neurólogos veterinarios tienen experiencia y conocimientos en afecciones neurológicas, incluidas afecciones poco comunes como la meningitis bacteriana. Un tratamiento precoz, preciso y agresivo es fundamental para un resultado positivo, ¡y no está de más tener una familia dedicada, como la de Koda! Al acudir a Southeast Veterinary Neurology y recibir un diagnóstico a tiempo y un tratamiento adecuado, la familia de Koda salvó su vida.