Trastornos Neurológicos enPerros y gatos
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Comprender los síntomas de su mascota¿Dónderadica el problema?
Al igual que las personas, los perros y los gatos tienen un sistema nervioso formado por cerebro, médula espinal, nervios y músculos. El sistema nervioso ayuda al cuerpo a interactuar con su entorno mediante la visión, el tacto, el olfato, el oído y el equilibrio. También indica al resto del cuerpo lo que debe hacer iniciando y controlando los movimientos.
Cuando el sistema nervioso no está sano, los síntomas pueden ser dramáticos. Aunque los síntomas neurológicos por sí solos no pueden decirnos exactamente cuál es el problema, sí pueden decirnos dónde está el problema.
- Convulsiones o temblores de la cabeza
- Inclinación de la cabeza
- Presión de la cabeza
- Movimiento anormal de los ojos
- Dar vueltas o chocar contra las paredes
- Incoordinación, problemas de equilibrio, pasos altos o balanceo
- Cambios de comportamiento
- Ceguera
- Dolor de espalda o cuello
- Cola coja
- Marcha débil o tambaleante
- Arrastre de las extremidades o nudillos de las patas
- Incapacidad para caminar en una o más extremidades
- Incontinencia urinaria o fecal
- Parálisis
- Debilidad en las cuatro extremidades
- Dificultad para caminar más de unos pocos pasos
- Incapacidad para caminar en las cuatro extremidades
- Temblor de las extremidades
- Corteza débil
Condiciones comunes que tratamos
en Southeast Veterinary Neurology
Ayudar a la gente a entender las afecciones de sus mascotas y ofrecerles respuestas -y esperanza- es lo que más nos gusta de lo que hacemos. Los casos neurológicos pueden ser complejos, confusos e intimidantes para los padres de mascotas, pero un neurólogo de mascotas puede aclarar estas cuestiones y trazar un plan para ayudarle a resolverlas. Dado que nos centramos exclusivamente en las afecciones del cerebro, la médula espinal, los nervios y los músculos, su mascota recibirá una atención experta por parte de todos los miembros de nuestro equipo.
En Southeast Veterinary Neurology (SEVN),nuestros especialistas son capaces de diagnosticar y tratar una amplia variedad de trastornos neurológicos en perros y gatos. Estas son algunas de las afecciones que tratamos habitualmente.
La luxación AA es un trastorno de la columna vertebral en el que se produce un movimiento excesivo entre los dos primeros huesos del cuello. Esta afección es más común en perros de razas pequeñas, a menudo debido a factores hereditarios en los que la articulación AA se forma de forma incorrecta.
No es infrecuente que los perros y gatos mayores desarrollen tumores cerebrales, que pueden clasificarse como primarios (se forman a partir de las células y el revestimiento del cerebro) o secundarios (se originan en otra parte del cuerpo y se extienden al cerebro).
La discopatía cervical se produce cuando uno o más discos (las almohadillas entre las vértebras) del cuello se desgastan y se rompen, provocando la compresión de la médula espinal y diversos síntomas como debilidad, tambaleo, espasmos musculares del cuello y flexión de las patas delanteras.
La malformación de Chiari (MC) es un crecimiento óseo anormal en la parte posterior del cráneo. Ejerce presión sobre el cerebro e interrumpe el flujo de líquido cefalorraquídeo, lo que puede provocar siringomielia (MS), una formación quística llena de líquido dentro de la médula espinal.
La discospondilitis es una afección en la que un disco intervertebral y sus vértebras adyacentes se inflaman debido a una infección bacteriana o (menos probable) fúngica. Los perros con discoespondilitis pueden mostrarse doloridos y tener dificultades para caminar. Los perros machos de razas grandes son los más afectados.
La encefalitis es una inflamación del cerebro que puede tener causas infecciosas o no infecciosas. Los signos clínicos pueden incluir convulsiones, falta de equilibrio, caminar en círculos, tropiezos y ceguera. Las razas pequeñas, como los Yorkshire Terrier, los malteses, los chihuahuas y los carlinos, tienen más probabilidades de verse afectadas.
La FCE se produce cuando un trozo de cartílago fibroso bloquea el flujo sanguíneo a una sección de la médula espinal. Sin riego sanguíneo, esta sección se queda sin el oxígeno y los nutrientes esenciales, lo que puede provocar una disfunción de la médula espinal.
La IVDD puede describirse como hernia discal, hernia discal, hernia discal o protrusión discal, dependiendo del tipo de daño que se produzca. Si un disco se inflama o se rompe, puede golpear o comprimir la médula espinal, afectando a la capacidad del animal para caminar.
Las crisis epilépticas se producen debido a un estallido anormal de actividad eléctrica en el cerebro. Las causas de las convulsiones pueden dividirse en 3 categorías: problemas que ocurren fuera del cerebro, pero que tienen un efecto secundario en él; problemas estructurales dentro del cerebro; y epilepsia idiopática, que es la causa más común de convulsiones en perros.
Los accidentes cerebrovasculares pueden estar causados por hemorragias cerebrales debidas a hipertensión, trastornos de la coagulación o de las plaquetas, o cáncer metastásico. Otras causas son el cierre u obstrucción de un vaso sanguíneo debido a hipotiroidismo, enfermedad renal, enfermedad cardiaca o enfermedad de Cushing.
Se habla de enfermedad vestibular cuando una mascota tiene problemas de equilibrio, que se caracterizan por una inclinación de la cabeza, mala coordinación y movimientos oculares inusuales. Desde tu punto de vista, puede parecer que tu mascota tiene vértigo.