La miastenia gravis en perros es una de las enfermedades neuromusculares más comúnmente reconocidas en medicina veterinaria. En términos simples, la enfermedad interrumpe la forma en que los nervios se comunican con los músculos, lo que resulta en debilidad muscular extrema y fatiga.
Más comúnmente, la miastenia gravis en perros es adquirida, lo que significa que la enfermedad se desarrolla en algún momento durante la vida de su perro. La miastenia gravis adquirida es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico de su perro produce anticuerpos que destruyen los receptores de acetilcolina en sus propios músculos. Sin suficientes receptores, la capacidad de los músculos para procesar las señales del cerebro se reduce, lo que conduce a la debilidad muscular.
La miastenia gravis adquirida se presenta generalmente como debilidad inducida por el ejercicio en perros adultos de entre dos y cuatro años de edad, pero a veces en perros mayores de unos nueve o diez años. Los pacientes a menudo caminan inicialmente con normalidad, progresan a debilidad de las extremidades traseras parecida a un salto de conejo, y finalmente deciden parar y tumbarse.
Por desgracia, los músculos del esófago también suelen verse afectados. La reducción de la función muscular hace que el esófago se dilate, una afección denominada megaesófago que dificulta el movimiento de los alimentos y el agua hacia el estómago, lo que provoca regurgitación. Esto puede conducir a la inhalación accidental de comida y agua en los pulmones, lo que puede causar una infección pulmonar grave conocida como neumonía por aspiración. Hasta el 85% de los perros con miastenia gravis también tienen megaesófago.
Los signos de la miastenia grave pueden ser:
Cualquier perro puede adquirir miastenia gravis, pero es más frecuente en determinadas razas:
Si un examen neurológico revela signos asociados a la enfermedad, como una disminución de los reflejos, la miastenia gravis adquirida puede diagnosticarse con un análisis de sangre que busca anticuerpos contra los receptores de acetilcolina. La prueba de anticuerpos contra los receptores de acetilcolina se envía a un laboratorio especial de California que proporciona los resultados en un plazo de 10 a 14 días.
La prueba de anticuerpos contra los receptores de acetilcolina se realiza en un laboratorio especial de California.
Mientras tanto, también puede utilizarse una prueba de provocación con neostigmina. Esta prueba implica un medicamento inyectable que mejorará temporalmente la fuerza muscular en perros con miastenia gravis. Sin embargo, es sólo una prueba, y los efectos desaparecerán después de unos minutos. También es importante tener en cuenta que es posible que no funcione en todos los perros.
Confecciones concurrentes como el hipotiroidismo y el cáncer también suelen estar presentes con la miastenia gravis en perros. Su neurólogo llevará a cabo un examen de salud general que incluye un examen físico, análisis de sangre, títulos de enfermedades infecciosas, panel de tiroides y radiografías para buscar estos, así como megaesófago y neumonía por aspiración.
La miastenia grave adquirida suele resolverse por sí sola en un plazo de seis meses, a medida que el ataque del sistema inmunitario disminuye gradualmente. Por lo tanto, el objetivo del tratamiento es controlar los síntomas hasta que eso ocurra. Esto incluye medicación diaria y alteraciones en la forma de alimentar a su perro debido al megaesófago.
Desgraciadamente, el megaesófago tiende a ser permanente. Alimentar a su perro en posición vertical y mantenerlo en esa posición durante 20-30 minutos después de cada comida, junto con tomas más pequeñas y frecuentes puede ayudar a prevenir la neumonía por aspiración. Los cuencos de comida elevados o una silla Bailey pueden ayudar.
Foto Crédito: The Dodo
Si no hay megaesófago, el pronóstico de la miastenia gravis adquirida en perros puede ser bastante positivo. Desafortunadamente, una gran cantidad de perros continúan experimentando megaesófago durante el resto de sus vidas.
La miastenia gravis adquirida en perros puede tener un pronóstico bastante positivo.
En muchos casos, los padres de mascotas son capaces de hacer ajustes en casa para manejar el megaesófago. Sin embargo, la neumonía por aspiración grave o recurrente puede conducir a resultados menos favorables. Lamentablemente, hasta el 50% de estos perros desarrollarán neumonía varias veces, lo que hará que muchos padres de mascotas tengan que tomar la difícil decisión de decir adiós.
La neumonía por aspiración es una de las enfermedades más comunes en los perros.
Si nota que su perro en general está más débil de lo normal y se cansa más fácilmente de lo habitual, especialmente si hay vómitos o regurgitación de comida y agua, estos serían fuertes indicios para llevar a su perro a un neurólogo veterinario.
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