Cuando su perro no puede caminar sobre su pata trasera de repente y sin ninguna razón que usted pueda ver, puede ser difícil adivinar qué ha ocurrido. Algunos casos de cojera se resuelven por sí solos, pero también pueden indicar una lesión más grave o incluso una afección neurológica subyacente.
La cojera puede producirse de forma gradual o repentina. La cojera gradual y progresiva suele estar causada por una enfermedad subyacente, como la artrosis, el cáncer de huesos o una enfermedad neurológica. En cambio, la cojera repentina suele deberse a algún tipo de lesión aguda.
Algunas razones comunes por las que su perro no puede caminar sobre su pata trasera de repente son:
En este artículo, sin embargo, vamos a echar un vistazo más de cerca a algunas posibles explicaciones neurológicas.
El sistema nervioso es el sistema de control del cuerpo. Los nervios viajan desde el cerebro y la médula espinal, la transmisión de mensajes a otras partes del cuerpo. La médula espinal es una larga banda de tejido nervioso alimentada por un sistema de vasos sanguíneos y protegida por la columna vertebral.
La columna vertebral está formada por pequeños huesos, llamados vértebras, que están conectados por fibrocartílagos, conocidos como discos intervertebrales. Los discos intervertebrales actúan como amortiguadores y permiten la flexión de la columna vertebral. Están formados por un anillo fibroso exterior, llamado anillo fibroso, y un relleno gelatinoso interior, conocido como núcleo pulposo.
Los siguientes trastornos del sistema nervioso podrían causar la incapacidad repentina de un perro para caminar sobre su pata trasera.
Los nervios periféricos conectan el sistema nervioso central con el resto del cuerpo. Un tumor de vaina nerviosa periférica (PNST) se desarrolla a partir de las células que rodean y protegen estos nervios.
Aunque los síntomas dependen del nervio afectado, la cojera progresiva de una pata es típica del PNST. Sin embargo, también puede producirse una cojera repentina. Este tipo de cáncer suele aparecer en perros de mediana o avanzada edad.
Algunas pistas de que un tumor de la vaina del nervio periférico puede ser la razón por la que su perro no puede caminar sobre su pata trasera de repente son:
La cojera repentina en los perros suele atribuirse a la enfermedad del disco intervertebral (EIVD). La IVDD se produce cuando el centro gelatinoso de un disco intervertebral se vuelve lo suficientemente seco y quebradizo como para romperse a través del anillo fibroso exterior, comprimiendo la médula espinal de su perro.
Dependiendo de dónde se encuentre el disco roto, normalmente se verán afectadas las dos patas traseras o las cuatro patas del perro. Sin embargo, es posible que la IVDD afecte sólo a una pata trasera, si el material del disco roto está presionando una raíz nerviosa.
Muchos perros experimentan una cojera repentina por la rotura de un disco tras una actividad física, pero no es raro que un perro sufra un colapso por IVDD sin previo aviso.
En general, la IVDD en perros es una enfermedad dolorosa y progresiva, y estos son algunos signos de advertencia:
Una embolia fibrocartilaginosa (FCE ) es otra explicación neurológica probable de por qué su perro no puede caminar sobre su pata trasera de repente. El FCE se produce cuando un trozo de fibrocartílago de un disco intervertebral sale al torrente sanguíneo y se enclava en un vaso sanguíneo, bloqueando el flujo de sangre a la médula espinal.
En la mayoría de los casos, los síntomas asociados al TCE se limitan a un lado del cuerpo. Y dado que el FCE puede producirse en la parte media de la espalda, es muy posible que sólo se vea afectada una pierna trasera.
El FCE suele denominarse derrame de la médula espinal. Puede ocurrirle a cualquier perro, pero los derrames de la médula espinal se observan con frecuencia en perros de mediana edad, de razas grandes y schnauzers miniatura.
El FCE suele producirse durante el ejercicio o un traumatismo leve, como aterrizar torpemente después de saltar. Aunque los perros pueden gritar de dolor, los infartos medulares no son dolorosos tras la lesión inicial. Afortunadamente, la afección no es progresiva y el pronóstico suele ser excelente.
Los signos característicos de que se ha producido un FCE en su perro son:
Similar a una hernia discal, una extrusión aguda no compresiva del núcleo pulposo(ANNPE) se produce cuando parte del centro gelatinoso, o núcleo pulposo, se rompe y sale de un disco intervertebral. La diferencia es que se trata sólo de una pequeña cantidad de material discal sano e hidratado, por lo que no comprime la médula espinal. En cambio, sale disparado a gran velocidad, provocando una lesión conmocionante grave en la médula espinal, como hematomas, hinchazón o hemorragia.
Los síntomas de la ANNPE en perros son en realidad más cercanos a los de una embolia fibrocartilaginosa:
Después de descartar las razones comunes por las que su perro no puede caminar sobre su pata trasera de repente con un examen físico, análisis de sangre y radiografías, las posibilidades neurológicas deben ser exploradas con un examen neurológico y de imagen avanzada.
La mejor técnica de imagen para observar la médula espinal es la IRM, porque puede distinguir entre compresión, obstrucción, contusión y tumor. La IRM también puede ayudar a predecir el pronóstico de recuperación de la función, en función del tamaño de la zona afectada y la gravedad del daño.
Los perros pueden recuperarse de muchas afecciones neurológicas. Aunque el plan de recuperación de cada perro será diferente, el diagnóstico precoz y el tratamiento médico inmediato siempre conducirán a un resultado más satisfactorio.
Por eso estamos disponibles día y noche en Miami, Boynton Beach, Jupiter y Virginia Beach para dar a su perro la mejor oportunidad posible de recuperación. Póngase en contacto con Southeast Veterinary Neurology de inmediato llamando a uno de nuestros centros si su perro no puede caminar con la pata trasera de repente.